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Ayuntamiento de Torralba de Cva.

Ayuntamiento de Torralba de Caltrava

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En este ámbito general de actuación, de entre las construcciones llevadas a cabo a lo largo de este periodo (siglos XVI y XVII) en Torralba de Calatrava, podemos citar en primer lugar la de la ermita de la Purísima Concepción.

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Según Don Inocente Hervás y las propias Relaciones Topográficas mandadas redactar por Felipe II, está erigida sobre la antigua fortaleza, que dio nombre a la población. Sobre los cimientos de este pequeño castillo se levantó este sencillo templo, que mantuvo el rango de parroquia hasta su traslado de 1544 a la iglesia de la Santísima Trinidad. Es de una sola nave cubierta por cielo raso, y destaca en su exterior su espadaña de ladrillo, decorada con un pintoresco balconcillo, y su portada principal, con arco de piedra apuntado.

Como parte del conjunto de esta ermita hay que reseñar la existencia de lo que fue un Patio de Comedias. De él queda constancia documental de cómo a lo largo del siglo XVI y siguientes en el patio, aún existente, del lado norte de la ermita se celebraban representaciones teatrales que llevaban a cabo las propias cofradías del municipio. En la actualidad se encuentra en proceso de restauración.

También hay que destacar en esta época, la construcción de la iglesia parroquial de la Santísima Trinidad, consagrada en 1541 y en la que se conserva un magnífico artesonado mudéjar realizado por Martín de Cuartas, además de un relieve del desaparecido retablo mayor construido a principios del siglo XVII. La iglesia es de sólida fábrica, construida en paramento toledano. Su interior es de una sola y amplísima nave, cubierta por el mencionado artesonado.

En 1790, se decidió dotar al edificio de un aspecto más moderno y se ocultó con un cielo raso, pero afortunadamente, en abril de 2001 se recuperó este artesonado, que sigue engalanando el templo parroquial.

El coro, se levanta a los pies de la nave, y se halla protegido por una bella barandilla de balaustres clásicos, tallados en madera y sobre ménsulas muy decoradas. Poseía en su origen un bello retablo de tres calles y tres cuerpos, con un coronamiento representando la Crucifixión, todo él dividido por columnas y entablamentos de órdenes clásicos y relieves en madera. Únicamente se conserva en la propia iglesia, el relieve central, que representa la Asunción de María, pues el resto se perdió en 1936.

En el exterior, es interesante la portada barroca de la Trinidad, actualmente protegida por un pórtico. Está da en 1636, y sus jambas y dintel están construidos en sillar almohadillado, y se corona por un relieve en piedra representando la Santísima Trinidad y rematado por un frontón triangular .La fachada sur del templo ha sido restaurada, mostrando en la actualidad el aspecto del aparejo toledano que conservaba bajo el revoco de yeso y mal estado que mostraba antes de la restauración.

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Por ultimo hemos de reseñar, en esta época, la construcción del Posito. Es el edificio que se encuentra a continuación de la Iglesia Parroquial. Mandado construir en la segunda mitad del siglo XVI (1570) por el alcalde mayor del Campo de Calatrava.

El aspecto que hoy tiene seguramente lo adquiriría en la remodelación que se llevó a cabo hacia 1721 momento de gran actividad. Es un claro ejemplo de una tipología de edificios que se extendería por los pueblos de la comarca que tendrían por finalidad la de ser los seguros de los labradores del municipio, con su sistema de préstamo de cereal para las cosechas.

Sobre el gran balcón que tiene en su parte superior aparece un escudo cuartelado, bellísimo por sus proporciones y perfecta talla que, según nos informó Ramón Maldonado y Cocat, es el escudo de Castilla-León con corona Real y toisón de oro, compuesto de eslabones dobles en forma de B y pedernales echando llamas de él pendía el vellón de un carnero.

El siglo XVIII supone un periodo de crecimiento y cambio poblacional y económico, así como de una cierta transformación social la recuperación, iniciada en el último tercio del XVII se acelera, generaliza y se convierte en crecimiento, pero al mismo tiempo se produce un importante proceso de despoblación.

En la economía se produce un aumento de la producción ligado a la extensión de las actividades agropecuarias y el leve impulso a un comercio e industria. La población creció a lo largo de todo el siglo. Igualmente la agricultura se vio afectada por las medidas ilustradas:

El más importante de los aspectos políticos de esta época son por una parte, la Guerra de Sucesión (1700-1714) en general, la totalidad de la Mancha se adhirió al rey francés. Con el final de la guerra se produjo una reorganización territorial y administrativa y se creo la provincia de La Mancha, al frente de la cual se colocó a un Intendente y como capital se designó a Ciudad Real.

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En los siglos XVII y XVIII podemos destacar la remodelación de la ermita del Cristo del Consuelo. Esta remodelación modificó definitivamente la estructura de la antigua ermita que databa de principios del siglo XVIII. El material utilizado es el común a toda la comarca: el ladrillo y la mampostería.

La ermita es de una sola nave, con cúpula en el crucero y tres son los elementos sobresalientes: la preciosa imagen del Cristo, que sustituye a la original del siglo XIII, obra del insigne imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci. Destacable es también, una lámpara de plata de finales del siglo XIX, y la admirable espadaña barroca del exterior, construida en ladrillo y decorada con pilastras toscanas, flameros y coronada por un frontón curvo.

Por último hay destacar la ermita de la Virgen de las Cruces, en Torralba aunque esta virgen es patrona de Daimiel. Este santuario, situado en un paraje de una belleza muy singular: La Tamarosa, en la impresionante llanura manchega, tiene su origen en la aparición de la Virgen a un zagal de Torralba, que regresaba del molino de moler trigo con su burro, cual fue su suerte que el burro cayó al suelo y la harina se esparció, y ante la imposibilidad de poder levantar al animal y recoger el trigo molido, el muchacho imploró a María, la cual se le apareció y le proporcionó su divina ayuda para recogerlo todo. Juan de la Cruz, que así se llamaba el zagal, corrió a su pueblo a contar lo sucedido, y ante el milagro realizado por la Virgen, se construyó una ermita en su honor.

El templo primitivo, se derrumbó, y debido al fervor que los vecinos de la villa de Daimiel tenían a la Virgen, llamada de las Cruces, se reconstruyó el santuario gracias a sus aportaciones económicas, y así la erigieron también como patrona de los daimieleños.

El actual santuario, fue reformado en el siglo XVIII, construyéndose un gran patio abierto, que sirve de atrio al templo, y que consta de una sola nave, de planta rectangular, cubierta por una falsa cúpula en el crucero. En todo el edificio hayamos ejemplos de elementos arquitectónico islámicos, con lo que se emparenta con las construcciones mudéjares.

Edad Contemporánea

Durante los dos últimos siglos, la historia ha estado ligada a los profundos cambios que ha sufrido la sociedad de nuestro país. Con la desaparición del Antiguo Régimen, los procesos de Desamortización y la Centralización del Estado, esta región queda olvidada de los gobiernos centrales, perviviendo en ella unas estructuras arcaicas tanto en la economía como en la sociedad, que van a durar hasta prácticamente los años 70 del siglo XX. La Mancha y por ende el Campo de Calatrava dejan de ser agentes activos de la historia, para convertirse en sujeto pasivo de la misma.

En el plano administrativo hemos de señalar la desaparición de la antigua provincia de la Mancha y la creación de la actual provincia de Ciudad Real por Javier de Burgos en 1833, así como el sistema de Diputaciones Provinciales, al frente de Gobernadores Civiles. La actual división provincial desmembró una gran cantidad de comarcas naturales o históricas al incluir sus territorios en dos o incluso tres provincias distintas, lo que ha supuesto que la cohesión social y territorial sea un aspecto que hay que trabajar duro si se quiere recuperar y promover.

La Desamortización supone extinción de las bases económicas del Antiguo Régimen, la cual había comenzado con la resistencia al pago de los diezmos tras los acontecimientos de la Guerra de la Independencia. La Desamortización se va a llevar a cabo en dos fases. La primera de ellas se inicia en 1836 con los Decretos de Mendizábal, que nacionalizaban todas las propiedades del clero regular y que fueron precedidos de una serie de decretos de exclaustración. La mayoría de las tierras de la provincia de Ciudad Real pertenecían a la Orden de Calatrava. Se vendieron tanto las propiedades rústicas como las urbanas con lo que se perdieron conjuntos tan importantes, como la Universidad del Rosario de Almagro. La segunda fase de la Desamortización comenzó tras el paréntesis provocado por la época moderada y fue llevada a cabo por Madoz a partir del año 1855. En esta segunda fase se liquidaron los bienes restantes de la primera y se nacionalizaron y vendieron los bienes pertenecientes a los concejos, de modo que estas instituciones perdieron definitivamente la relativa autonomía y capacidad que poseían. Así con la Desamortización quedaron heridos de muerte dos de los pilares básicos del Antiguo Régimen: la Iglesia y los Concejos.

En principio la desamortización pretendía ser un proceso encaminado tanto a favorecer la maltrecha hacienda estatal como a promover una profunda reforma agraria que desembocara en un mayor reparto de la tierra.

Pero si el primero de los objetivos se consiguió en parte, en el caso del segundo se llegó a una situación totalmente opuesta, pues el hecho de que las propiedades se subastaran en Madrid sumado al de que el precio de salida fuese enormemente elevado, propició que las clases inferiores no tuvieran acceso a los bienes enajenados y por el contrario provocó una mayor concentración de la tierra en pocas manos, que en este caso están representadas por las burguesías capitalinas y antiguos terratenientes que habían llegado a esta época manteniendo su posición de riqueza.

Además la enajenación de los bienes concejiles despojó a los sectores más humildes del aprovechamiento comunal de esos territorios, con lo que se incrementó la masa de jornaleros sin tierra, desigualdades y desequilibrios sociales.

Todo ello propició una estructura agraria en la que no había término medio entre los latifundios y las minúsculas explotaciones familiares, de modo que la agricultura se continuó explotando bajo unos sistemas y tecnologías de antiguo régimen solo cabe destacar la extensión del viñedo a partir de finales del siglo XIX debido a la proliferación de la filoxera en Francia, aunque ha sido hace poco cuando este recurso se ha comenzado a poner realmente en valor.

Así pues el final de proceso de desaparición del Antiguo Régimen nos encontramos con que unos territorios que habían ido perdiendo peso a lo largo del siglo XVIII, entran en una espiral de decadencia política, económica y social, donde se acentúan las desigualdades entre clases, el caciquismo, el analfabetismo, la ruralización y el subdesarrollo económico, de modo que a principios del siglo XX, este es uno de los territorios que se encuentra en un mayor estado de abandono.

El siglo XIX supone la desaparición del Antiguo Régimen, de las órdenes mendicantes y la conversión de la Orden de Calatrava en una institución meramente simbólica por tanto se desencadenó un proceso de pérdida de relevancia de este territorio, así como la ruina de gran parte de su riqueza artística y la acentuación de su carácter de zona rural.

El convento-castillo de Calatrava la Nueva se abandona en 1802 y fue desmantelado y vendidas sus principales piezas por parte de la propia Orden. La desamortización supuso el cierre de la Universidad y la desaparición de la mayoría de los conventos.

Todo ello marcó la decadencia definitiva de un territorio cuya importancia estaba directamente ligada a la presencia de las órdenes religiosas.

En este escenario de cierta decadencia generalizada en Torralba hay que reseñar la construcción de la Plaza de Toros a mediados del siglo XIX.

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Esta fue construida a iniciativa privada por parte del empresario Don José Santa Cruz y desde entonces ha sido escenario de brillantes páginas taurinas en las fiestas de la localidad.

También se construye el edificio (Antiguo HOGAR) situado en la Plaza de la Constitución y que hoy es sede de una entidad bancaria. Es un claro ejemplo de la arquitectura ecléctica de finales del siglo XIX.

A los concejos les fueron arrebatados sus bienes y por tanto su autonomía debido a la segunda desamortización, llevada a cabo por Madoz de esta manera quedaron despojados de los medios para emprender obras públicas de importancia en ese sentido sólo cabe destacar las iniciativas para la construcción de la plaza de toros difícil su conservación. De este modo a lo largo del siglo XIX y prácticamente el XX, únicamente se pudo ir manteniendo aquello que se había salvado de la desamortización.

La Guerra Civil supuso la pérdida de una gran cantidad de bienes históricos y artísticos, fundamentalmente religiosos: retablos, imágenes, ropas y archivos centenarios fueron pasto de las llamas, quedando muchos de los espacios templarios prácticamente vacíos. Va a ser en los últimos treinta años cuando de nuevo se le dedique un poco de atención a nuestro territorio y a su rico patrimonio, abriéndose un periodo de restauración y recuperación gracias al cual podemos contemplar las obras artísticas que hoy vemos.

El Régimen Democrático y el Estado de las Autonomías

Durante la época de la Transición, la expectación social va a ser tan importante como en el resto del país, pero especialmente para las regiones más deprimidas, pues suponía el inicio de un periodo en el que se abrían grandes expectativas de cambio y mejora para sus habitantes.

Con la creación de la Comunidad Autónoma de Castilla la Mancha, se va a producir una descentralización gubernamental y administrativa que va a acercar las instituciones a los ciudadanos y que propiciará el surgimiento de soluciones y proyectos frescos a los problemas acuciantes. A pesar de las comunidades autónomas, se mantiene el régimen provincial, de modo que el problema de la comarcalización quedó irresoluto.

En el caso de nuestra comarca la situación ha cambiado notablemente, reduciéndose el fenómeno de la ruralización y el subdesarrollo económico, tecnológico y cultural.

La creación de la universidad, las ayudas a la agricultura y la difusión tecnológica han equiparado a los habitantes de la Comarca del Campo de Calatrava a los de las zonas desarrolladas del país.

En estos tiempos se abren nuevas expectativas, como en nuestro caso sucede con el desarrollo turístico se excavan yacimientos, se recuperan monumentos y obras de arte, se restauran los castillos y de nuevo los Caballeros Calatravos y demás personajes de nuestra historia desempolvan sus hábitos y se convierten en los coprotagonistas, junto con los habitantes de nuestra Comarca, de un proyecto tan atractivo como apasionante.